Que hermosa te ves cuando te eliges a ti misma, cuando decides amarte, no como una obligación, sino como un acto de valentía. Amarte significa aceptar cada parte de ti,

lo que te encanta, lo que aún estás aprendiendo a querer, y también lo que quieres cambiar para ser mejor.

Te ves radiante cuando eliges florecer, no por alguien más, sino por ti misma, incluso en medio de las tormentas que alguna vez quisieron derrumbarte.

Hoy, mirando por mi ventana, vuelvo a pensar en esas veces que olvidé mi propio valor. Momentos en los que me dejé de lado, por priorizar a alguien que nunca me eligió.

Esos días en los que mi voz interior se apagó porque la ahogué con críticas, con dudas, con miedos. Recuerdo las veces en las que me alejé de mí misma,

me juzgué con dureza, y me convencí de que no era suficiente. Esas heridas aún duelen, pero ahora las miro con gratitud porque me enseñaron algo: No quiero volver a abandonarme más.

El poder de regresar a ti misma

Hoy, sentada aquí, veo el mundo desde mi balcón. Veo la vida allá afuera: caótica, hermosa, impredecible, y me siento en paz porque me tengo a mí misma.

Me doy cuenta de que el amor propio no se trata solo de repetir frases bonitas frente al espejo. Es un compromiso diario,

una decisión consciente de priorizarme, cuidarme y sostenerme en mis propios brazos, incluso cuando la vida intenta derribarme.

No importa cuántas veces te hayas perdido, porque siempre puedes encontrarte. No importa cuántas lágrimas hayas derramado,

porque cada una te llevó más cerca de la persona que estás destinada a ser.

Hoy quiero decirte algo importante: No necesitas mendigar amor de nadie.

Tú eres suficiente. Tú eres digna de todo lo bueno que la vida tiene para ofrecerte, y nunca, nunca deberías conformarte con menos.

Eres una obra en constante creación

Que hermosa te ves así, tan auténtica. No necesitas seguir tendencias, compararte o tratar de encajar.

Te ves increíble cuando te vistes con lo que te hace feliz, cuando caminas con esa mezcla de locura y serenidad que te hace única.

Que hermosa te ves cuando dejas de buscar validación y simplemente te permites ser.

Porque, déjame decirte algo, la mejor versión de ti no es una meta lejana; es la persona que eliges ser todos los días, paso a paso.

Tus cicatrices son tu mayor tesoro. Cada una cuenta una historia de valentía, de lucha, de resiliencia.

Tus ojos, esos que tantas veces lloraron, ahora brillan con una fuerza que no puedes apagar.

Tu sonrisa, esa que nació entre lágrimas, es capaz de iluminar el mundo entero. Y tus pies, que alguna vez sintieron el peso de la derrota, ahora caminan libres, ligeros, avanzando hacia tus sueños.

El renacer de tu alma

Qué hermosa te ves desde que soltaste lo que no te hacía bien. Desde que rompiste esas cadenas que te ataban a personas, situaciones o miedos que solo te lastimaban.

Que imponente te ves resurgiendo de tus cenizas, con una confianza que nadie puede arrebatarte.

Ahora caminas por la vida vestida de seguridad y maquillada con confianza, dejando una huella que inspira a otros a hacer lo mismo.

Que increíble es verte reconstruida, renacida, completa. Eres como una rosa que, a pesar de las tormentas, se atrevió a florecer en medio del caos.

Eres una guerrera que transformó sus pedazos rotos en arte, que tomó sus lágrimas y las convirtió en fuerza, que decidió volar, luchar y seguir soñando.

Mensaje final: Te mereces todo

Amarte no siempre será fácil. Habrá días en los que te mires al espejo y dudes, días en los que tus pensamientos intenten sabotearte.

Pero incluso en esos días, mereces tu propio amor, tu propia paciencia, y tu propio perdón. Porque amarte no significa no caer nunca; significa levantarte cada vez que lo hagas.

Hoy quiero recordarte algo: eres suficiente, eres valiosa, y eres digna de amor, pero, sobre todo, del amor que te das a ti misma.

No necesitas esperar que alguien más te salve, porque tú ya tienes todo lo que necesitas para salvarte. La mejor versión de ti no es perfecta, pero es real, y eso es lo que la hace hermosa.

Así que sigue caminando, sigue luchando, sigue soñando. Porque cada paso que das hacia ti misma es un paso hacia una vida más plena, más libre, más auténtica.

Y créeme, nada es más hermoso que verte amarte tal como eres, sin condiciones, sin miedo, sin límites.

Hasta la próxima mis queridos lectores.

Un abrazo a la distancia. Lexi .