
Yo también creí que tenía que salvar a todos
Yo también creí que tenía que salvar a todos hasta que me perdí a mi …
El precio silencioso de querer ser el que está para todos
Te conviertes en la persona fuerte, la que escucha, la que contiene, la que resuelve, la que no se queja, no pide, no molesta, la que siempre tiene tiempo para los demás, aunque no tenga un solo segundo para sí misma,
y crees de verdad crees, que si das suficiente, si amas lo suficiente, si sostienes a todos, te van a elegir, te van a amar, pero no es así …
Lo que muchas veces ocurre es que te desgastas en silencio, te vas vaciando sin darte cuenta … hasta que un día no puedes más.
Porque ser la salvadora o el salvador, no es un don como yo creía, es una herida y cuando entiendes comienzas a sanar …
Ser la salvadora es el disfraz más triste del abandono propio
1- La ilusión de que darlo todo asegura que te quieran
Nos enseñaron a amar con sacrificio, a demostrar nuestro valor a través del esfuerzo, de la entrega, de la paciencia infinita, pero cuando colocas a todos por delante tuyo,
sin darte cuenta te empiezas a borrar y el mensaje que das (aunque no lo digas) es: «Yo no importo, mientras tu estes bien «
Y eso no es amor, es miedo a no ser suficiente si no estas salvando a alguien.
2- El origen de todo: La niña o el niño que no quería que nadie más sufriera
Muchos salvadores nacen en la infancia donde aprendieron a cuidar a su mamá, a sostener a papá, a colocar paz en una casa disfuncional y con muchos problemas,
entonces de ahí creces con la idea que tu rol en el mundo es aliviar el dolor ajeno, aunque eso signifique que tengas que aguantarlo todo.
Pero ese niño que trataba de que nadie sufra, hoy merece que alguien cuide de él o de ella y esa persona eres tú mismo.
3- Estar para todos, menos para ti ¿Cuánto te está costando?
¿Cuántas veces dijiste si cuando querías decir que no?
¿Cuántas veces estuviste disponible para todos y nadie lo estuvo para ti?
¿Cuántas veces te callaste para no incomodar?
¿Cuántas veces no te elegiste o te elegiste de las ultimas?
Y lo más duro. ¿De verdad crees que es el tipo de amor que mereces?
Aquí te voy a dejar algunos consejos para que dejes ese rol de salvador o salvadora y comiences a priorizarte en la vida.
Consejos para dejar de ser el salvador o salvadora sin culpa
1- En primer lugar, tienes que entender que no viniste a este mundo a salvar a nadie
no eres terapeuta emocional de nadie, estas para acompañar, pero no para cargar con mochilas ajenas
puedes amar y ayudar eso no está en discusión, pero sin dejarte de lado a ti en el intento.
2- Pon limites sin miedo a que te puedan dejar:
El amor que se va por que empezaste a cuidarte y priorizarte tú, nunca fue amor real, quien te quiere de verdad te entenderá y respetará tus limites, tus NO, tus momentos y espacios.
3- Revisa tus vínculos ¿Quién está solo cuando necesita algo?
Si te buscan solo cuando necesitan, no es amistad, solo te están usando para su propio beneficio y tú no eres un recurso emocional gratuito de nadie.
4- Empieza a cuidarte como cuidas a los demás:
Pregúntate cada día : ¿Que haría por alguien que amo profundamente? y eso mismo que te respondas comienza a hacerlo por ti desde hoy mismo.
5- Haz terapia, escribe, habla contigo mismo:
Detrás de ese rol de salvador o salvadora hay una historia no resuelta, dale espacio, no para culparte, sino que para entenderte y liberarte.
No te sigas abandonando para que otros se queden a tu lado
Estar para los demás no debería costarte tu salud mental, ser buena persona no significa ser la alfombra o el basurero emocional del otro, dar no debería vaciarte,
Hoy te invito a elegirte, a poner una pausa en tu vida, a pensar las cosas, a dejar de sentirte culpable por priorizarte, porque si te pierdes a ti mismo ¿Que te queda?
Conclusión : Viniste a amar, a ser amado, pero no a sacrificarte
El verdadero amor no se mendiga, no se compra, no se gana con esfuerzo y tampoco se basa en cuanto aguantas, ser la salvadora o el salvador quizás te hizo una persona fuerte,
pero también te hizo una persona invisible para ti mismo, el día que dejas de querer salvar a todos, empiezas a salvarte a ti,
Por que quien se ama, no se sacrifica para ser amado, quien se ama, elige vínculos donde no tienes que dejarte ultimo para ser visto.
Así es que recuerda tu mereces eso, amor real, presente, reciproco, empezando por ti
Hasta la próxima mis queridos lectores, los abrazo de la distancia.
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